domingo, 7 de diciembre de 2014

Así es un fin de semana en El Valle de los Pedroches

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Ven a pasar con nosotros un fin de semana de desconexión total en el Valle de los Pedroches y sus más de 300.000 hectáreas de paisajes, naturaleza, buen comer y atardeceres de película.

¿Te consideras un amante de la naturaleza? ¿Eres de esos que prefieren una casita rural en mitad de la naturaleza a un lujoso hotel de costa? ¿Prefieres una noche en silencio bajo las estrellas al ocio nocturno de las grandes ciudades? ¿Eres más de mochila que de restaurante? Pues muy atento porque tenemos un plan perfecto para ti.

Valle de los Pedroches

En este reportaje viajamos hasta el corazón del Valle de los Pedroches, donde queremos proponerte un fin de semana cargado de paisajes, deliciosa gastronomía y desconexión total.

Valle de los Pedroches

Imagina por un momento el poder despertar en una casita así bajo el único sonido del piar de los pájaros, rodeado únicamente por cientos de encinas y sin ningún edificio construido en kilómetros a la redonda.

Valle de los Pedroches

Suena sugerente, ¿no es verdad? Pues así es como nosotros despertamos en una de las muchas casas rurales que existen en todo el Valle de los Pedroches y desde la que empezamos un fin de semana repleto de naturaleza, paisajes y miradores increíbles que aquí queremos compartir con vosotros.

Valle de los Pedroches 

Un despertar de cine

La mañana comenzó soleada, tranquila, bajo una quietud tan sólo alterada por el sonido de las hojas de
las encinas chocar entre ellas. Un lugar donde respirar relax y sosiego. Paz absoluta.

Valle de los Pedroches

Poder levantarse, abrir la ventana y recibir el frescor de la mañana junto a un paisaje como este es uno de esos pequeños placeres de la vida que a uno le hace sentir vivo.

Valle de los Pedroches

Un maravilloso despertar al que si encima añadimos una señora tostada de aceite de oliva y jamón del valle de los pedroches... en fin, qué os vamos a contar, todavía no hemos ni salido de la casa y apuesto a que ya queréis marchar a este lugar!

Valle de los Pedroches

 

Recorriendo la magia de la dehesa

Con las pilas cargadas, las mochilas preparadas, un poco de agua y las botas de montaña bien amarradas, arrancamos rumbo a las dehesas para descubrir el entorno del Valle de los Pedroches.

Valle de los Pedroches

De las muchas rutas que el entorno nos ofrece, nosotros os queremos proponer un par de rutas preciosas, muy fáciles de recorrer y que os harán descubrir los mejores y más maravillosos paisajes de las dehesas cordobesas.

Valle de los Pedroches

Para el primero de los días de nuestro fin de semana, nosotros empezamos recorriendo los 14 kilómetros que conectan el famoso pueblo de Pozoblanco, donde no sería mala idea que os hicierais con buen embutido ibérico, y el conocido como Santuario de la Virgen de Luna.

Valle de los Pedroches

El camino os resultará súper sencillo, no tiene pérdida alguna, es de ida y vuelta y lo podréis hacer tanto en bicicleta...

Valle de los Pedroches

Como andando, donde tened por seguro de que en todo momento os acompañarán los clásicos paisajes de la dehesa de los Pedroches de los que tantas veces os habrán hablado y que os dejarán con la boca abierta gracias a estampas tan maravillosas como esta.

Valle de los Pedroches

Inmensas praderas de margaritas, vinagrillos, jaras y acebuchales que darán color a las preciosas dehesas y que a cada paso que deis os irán envolviendo en paisajes más y más espectaculares.

Valle de los Pedroches

A medida que avances la quietud de la dehesa poco a poco se irá viendo salpicadas por el célebre cerdo ibérico, que da fama a esta zona gracias al considerado como mejor jamón del mundo.

Valle de los Pedroches

Algún que otro precioso rebaño de ovejas, de esos que parecen posar esperando ser pintados

Valle de los Pedroches

La famosa reina de la leche del Valle de los Pedroches, la vaca lechera, un clásico de la dehesa cordobesa.

Valle de los Pedroches

Y con un poco de suerte y ojo avizor, el ciervo, el gamo o el muflón.

Valle de los Pedroches

El sendero hasta el Santuario de la Virgen de Luna se os hará tremendamente delicioso.

Valle de los Pedroches

Así como las praderas junto a sus encinas que os invitarán a pegaros una señora siesta de esas que renuevan cuerpo y espíritu en la mejor de las camas.

Valle de los Pedroches

O simplemente, a gozar del paisaje bajo la sombra de sus centenarias ramas, dejando a un lado problemas, el estrés de la ciudad, su ruido y alboroto.

Valle de los Pedroches

 

Cardeña y un atardecer inolvidable sobre el agua

Tras la preciosa mañana de senderismo hasta el Santuario de la Virgen de Luna, al que si no queréis no tenéis por que llegar en el caso de que se os hiciera demasiado larga la ruta, volveríamos a Pozoblanco, para tomar un café de media tarde y continuar en coche hasta unos preciosos miradores de la carretera CO-5101 desde donde observar el maravilloso Parque Natural de la Sierra de Cardeña y el conocido como “Valle del rio arenoso”.

Valle de los Pedroches

En esta zona, como veis, el paisaje se hace más abrupto.

Valle de los Pedroches

De las llanas dehesas de encinas pasaremos a pequeños valles enfundados en densos bosques de pino que se perderán en el horizonte encadenando colinas como si de oleaje se tratara.

Valle de los Pedroches

La tarde poco a poco caía y desde allí nos dirigimos hasta el conocido como embalse de las Tejoneras a ver atardecer. Y... ¡qué atardecer!

Valle de los Pedroches

Ya en territorio del Lince Ibérico, dejamos caer el sol frente a las calmadas aguas de la laguna que poco a poco fue tornando a azules a medida que el sol iba apagándose.

Valle de los Pedroches

Sensación de “magia”, esa es la palabra.

Valle de los Pedroches

No hay mejor forma de definir la puesta de sol que allí vivimos, en total y absoluto silencio, frente a Las Tejoneras.

Valle de los Pedroches

 

Noche de estrellas e historias frente al fuego

Tras el ocaso, las estrellas poco a poco comenzaron a brillar en el firmamento. A medida que regresábamos a nuestro alojamiento y nos adentrábamos de nuevo en la negrura de la dehesa, la vía láctea parecía brillar más y más. Ya en la casa, el silencio del entorno era sobrecogedor. Tan sólo algún perro ladrando en la lejanía, alguna pequeña lechuza y el sonido del viento se escuchaban 
 en los alrededores de la casa.

Valle de los Pedroches

Una vez dentro, no dudamos en encender una señora lumbre en la chimenea.

Valle de los Pedroches

Y tras una cena ligerita, las historias y anécdotas comenzaron a salir solas en un salón que poco a poco empezaría a calentarse bajo el calor del fuego donde ya se respiraban ganas de que empezara el día siguiente para seguir descubriendo las maravillas del Valle de los Pedroches.

Valle de los Pedroches

¡De picnic por la Ruta de las Grullas!

A la mañana pusimos rumbo, de nuevo mochila al hombro, para recorrer otro de los senderos más bonitos del Valle de los Pedroches.

Valle de los Pedroches

Es la conocida como Ruta de las Grullas, circular y al igual que la ruta del Santuario de la Virgen de Luna, es de 14 kilómetros y una de las joyas y tesoros con los que nos podemos encontrar en la naturaleza de la comarca de Los Pedroches. Juzgad vosotros mismos.

Valle de los Pedroches

La ruta recorre las proximidades del conocido como pantano de la Colada, donde se puede disfrutar de la mayor concentración de aves que nos podemos encontrar en la comarca de Los Pedroches.

Valle de los Pedroches

Cormoranes, gaviotas, patos anades, garzas, petirrojos, etc merodean la laguna junto con, por supuesto, las grullas, esas viajeras que nos visitan cada año de Noviembre a Febrero.

Valle de los Pedroches

El entorno de la laguna es sencillamente espectacular.

Valle de los Pedroches

Un entorno repleto de suaves colinas de color amarillo que inundaban todo el horizonte y que hacían que el hecho de pasear por ellas fuera casi en una obligación para nosotros!

Valle de los Pedroches

Casi sin darnos cuenta la hora de comer llegó y allí, sobre 2 piedras y la laguna al fondo, enfundamos bocadillo con pan recién hecho de la mañana y un poco de salchichón ibérico de Pozoblanco y pusimos más sabor si cabe a aquel momento. ¡Qué gozada!

Valle de los Pedroches

 

El mar de Los Pedroches y su castillo

Tras el picnic y terminar de recorrer los senderos de la Ruta de las Grullas, cogimos de nuevo el coche para poner rumbo al Castillo de Miramontes, en la localidad de Santa Eufemia, que probablemente es el mejor mirador del valle de los Pedroches.

Valle de los Pedroches

Al llegar al pueblo os advertirán de que la subida es pronunciada y una vez allí ya será decisión vuestra el realizar el ascenso a pie o en coche propio. Nosotros optamos por el coche dado que el atardecer era inminente y nuestra intención era alucinar con las vistas del valle con la puesta de sol desde allí arriba. A medida que subíamos las vistas de la dehesa quitaban el hipo. Un majestuoso mar de encinas se extendía sobre nosotros.

Valle de los Pedroches

Del castillo sólo se conserva la torre del homenaje, el aljibe y parte de la muralla pero aún se puede apreciar el esplendor que tuvo en otros tiempos. El castillo se asienta en una de las cumbres de la Sierra de Santa Eufemia, a 800 metros de altura nada más y nada menos y lo convierte en una extraordinaria atalaya desde la divisar todo el valle de Los Pedroches así como el Valle de Alcudia y parte de Extremadura.

Valle de los Pedroches

El sol poco a poco fue poniéndose y sobre nosotros el cielo fue cambiando de naranjas a azules eléctricos dejándonos sin habla.

Valle de los Pedroches

Sensación de libertad. Naturaleza en estado puro. No hay adjetivos para describir aquel momento tan impresionante.

Valle de los Pedroches

Un momento para reflexionar y admirar la belleza de nuestra tierra. Las dehesas del Valle de los Pedroches es un paisaje especial que desde la primera vez que se contempla emociona sin freno. El silencio reina en este horizonte de colinas suaves, junto al olor del espliego y el manto de madroño, torvisco, coscoja o el brezo.

Valle de los Pedroches

Un silencio de siglos, únicamente alterado por el cencerro de los rebaños, la pisada del cerdo ibérico o la elegante presencia de la grulla.

Valle de los Pedroches

Un silencio que sobrecoge a quien lo transita, unos paisajes que emocionan a quienes lo observan y que desde aquí te invitamos a que descubras dos, tres, cuatro días o el tiempo que necesites hasta desconectar del día a día en un entorno rural que estamos seguros que te enganchará.
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